Declaración
de principios
El diez. 10. Ese número, ese
dorsal. Ese futbolista. La magia. La batuta. Un pase que atraviesa varias líneas.
Un regate impredecible. Aquel momento en el que el reloj se detiene y se
fragmenta en un haz de posibilidades. Y él mismo decide. Y lo hace antes que
ningún otro. Y la jugada es un lienzo de una obra de arte en movimiento. Y es
gol. Y los espectadores, poseídos por lo inefable, gritan, se abrazan, se
levantan y aplauden. Sí, ese momento.
Como recogen los manuales
futbolísticos, a lo largo de la historia las características del jugador que
suele lucir el dorsal número diez han ido evolucionando, integrando cualidades
y responsabilidades dentro del terreno de juego. Sin embargo, en todos los
papeles dentro de la función, el espíritu del jugador que porta ese número
siempre ha tenido algo de artístico, creativo y determinante dentro de un equipo
de fútbol. En una obra compuesta por trabajadores que corren, saltan y chocan
entre sí, existe un espíritu libre que convierte el esfuerzo y la competición
en un espectáculo: un correcalles en orden. El caos en un sistema de juego.
Ese mismo espíritu será el
emblema y el patrón de este blog que empieza su andadura. Transmitir y ordenar
una parte del deporte de la provincia en un espacio en la red. Ese es el
propósito. De hoy en adelante, en los próximos meses, centraremos la atención
de este espacio web en los acontecimientos deportivos que tienen lugar en el Camp
de Tarragona.
Abordaremos principalmente el fútbol.
Y desde diferentes perspectivas: crónicas, reportajes, entrevistas con protagonistas,
tanto de los equipos más mediáticos dentro de nuestro encuadre espacial como de
los héroes anónimos del fútbol territorial. Bajo el examen del análisis: la
mirada fría, el bisturí preparado para diseccionar aquello que ocurre dentro de
los límites campo, las costuras de este deporte. Y la voz del periodismo, preparada
para intentar explicar, de una manera íntegra, qué sucede en noventa minutos.
Asimismo, también retrataremos
la otra dimensión: la que está al otro lado de la línea de cal, en las gradas. Algunas
veces, los figurantes que envuelven un partido también piden ser protagonistas
de la ópera, y en esas ocasiones, suplen la intriga de algún encuentro
soporífero de alguna manera novelesca, o caracterizan un lugar determinado con
ánimo de sainete. En esos casos, cambiaremos de orientación los focos: el decorado
del deporte, también a escena.
Pero no solo de fútbol trata el
asunto. También de otros deportes serán juez y parte de nuestra mirada
particular. Diferentes historias que vendrán a sorprender al lector
acostumbrado a los ritmos del fútbol, nuestro principal objetivo. Otras melodías
que complementarán esta sinfonía personal que pretende sonar afinada y sincera.
Honestidad brutal, en palabras de Calamaro. Intentaremos trasladarles el
alma del deporte. Las respuestas. El por qué. Las imágenes, las palabras. Los
protagonistas. Lo que mueve a los deportistas. Lo que persiguen. Tal vez competir.
O ganar. Seguramente trascender. Ser leyenda. La leyenda del 10.
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