martes, 27 de noviembre de 2012

La charla


El regreso del cierre

"Muchos jugadores del filial podrían estar jugando perfectamente en el primer equipo"


Entrevistamos a Raúl Estébanez Rodríguez (@Raul12Atleti), defensa central izquierdo del Vila-seca B. Segundo jugador del filial en debutar con el primero equipo esta temporada. Lleva poco más de cien minutos, pero se está gustando. Primera temporada en el club, después de tres años en el fútbol sala, es ya un fijo en el filial. Junto a Carlos Calero y Fran Lozano, son la savia nueva de la cantera del club. 1,81 cm. 74 kg. Diestro. De Vila-seca, palentino de corazón. Del Atlético de Madrid. 

Hablamos con él durante unos días. Le seguimos. Nos cuenta vía ‘whatsapp’ que va a ser titular. Y, luego, que han empatado un partido que perdían por tres goles en diez minutos, con él en el campo todo el encuentro. Está que se sale y repite convocatoria la semana siguiente. Juega solo diez minutos, pero arranca su primer aplauso de la grada tras una recuperación. Después del partido, nos citamos con él. Está nervioso. Pero cuando rompe a hablar, lo hace fácil. Maneja ya algún tópico, pero esconde tras ellos mensajes claros y directos. Así fue la charla:


¿Cuál es su posición en el campo?

Empecé jugando de central, luego entré en el mediocampo unas tres temporadas. Estaba un poco ‘gordito’, así que cuando pegué el estirón, me pusieron de extremo, donde jugué un año. Y entonces volví al mediocampo como pivote defensivo. De ahí a central, y cuando me pasé al fútbol sala, durante tres años, jugué de cierre.

¿Cómo le fue en el fútbol sala?

Pasé de jugar en ‘primera’, una división de juveniles, a la división de honor de fútbol sala. Fue un salto bastante grande. Pero como experiencia fue muy bonita, porque puede jugar por toda Cataluña contra los mejores equipos. Eso no se lo puede permitir cualquier jugador. De eso se aprende.

¿Por qué volvió?

Hubo problemas con la directiva de mi equipo. Y en los otros equipos de fútbol sala en los que me ofrecían jugar el nivel no era el mismo. El Salou es el mejor equipo de fútbol sala de la provincia de Tarragona. Me llamaron del Vila-seca y quería venir a probar. Siempre he tenido el ‘gustillo’ ese de ponerme unas botas de tacos y volver a jugar.

¿Cómo ha vivido la vuelta al fútbol once?

Es un cambio muy radical. Tenía ya las costumbres interiorizadas del fútbol sala. Cuando llegué al primer entrenamiento, pisaba el balón. Te tienes que acostumbrar a darle con el interior, a empezar de nuevo…

¿Se adaptó rápido?

El primer partido fue un desastre. Era un amistoso, hice una asistencia en desplazamiento largo, pero tuve bastantes errores defensivos. Se nota: el balón, el marcaje individual, el posicionamiento, la táctica, etcétera. Estaba un poco perdido al principio. Y eso que llevaba toda la vida jugando al fútbol, pero esos cuatro años con otra mentalidad te cambian el chip totalmente. La verdad es que el entrenador del segundo equipo, Eduardo Franco, me ha ayudado bastante en eso.

Raúl, tercero desde la izquierda, abajo, en una foto de archivo en las categorías inferiores.

¿Cómo ve al equipo?

El objetivo no es ascender porque solo asciende el primero y el segundo promociona. Viendo la calidad de los demás equipos, tenemos que estar entre los cinco primeros, con los que van a estar ahí, seguramente: La Selva y Les Borges del Camp, además de La Canonja. Mejor quedar por arriba que ascender porque el primer equipo está solo una categoría por encima de nosotros. Principalmente, nuestro propósito es quedar entre los seis primeros.

¿Individualmente qué piensa de la plantilla?

Como equipo estamos entre los tres mejores. Lo que pasa es que hemos venido muchos jugadores nuevos y como grupo todavía nos falta conocernos. Sin embargo, lo bueno que tiene el grupo es que los nuevos somos todos de Vila-seca, con tres o cuatro excepciones. El grupo es del pueblo y eso también engancha a la gente, cuando viene al campo de fútbol y ve chavales de Vila-seca, y no cuando uno es de Reus, otro de Villalba, y el tercero de Mataporquera. Por eso tenemos nuestro público.

¿Os sigue mucha gente?

Sí, viene bastante gente. Que haya gente del pueblo crea un vínculo entre el público y el equipo.  No hay una diferencia abismal entre el primero y el segundo equipo. Naturalmente va más gente a ver al ‘primera’, pero tenemos nuestros fijos.

¿Y qué ambiente se respira en el Municipal?

Es un ambiente amateur. Más que nada la gente va a pasar el rato con los amigos. Sabes que fútbol profesional no vas a ver y, hablando en plata, si hay un par de ostias, mejor.

¿Cómo se ha acoplado al nuevo vestuario?

La integración ha sido perfecta. Yo he llegado nuevo y desde el primer día he vivido un muy buen ambiente. Es más familiar, vamos a jugar para divertirnos. Dentro del grupo, hay sub-grupos, como el de las ‘vacas sagradas’, donde me han incluido a mí, porque ya estoy curtido en otros ámbitos como en la ‘cervecilla’ después del entreno.

¿Cuál es vuestra filosofía de juego?

En nuestra liga ningún equipo deja jugar. En teoría, nuestro principal objetivo es jugar el balón. Y tenemos gente capacitada en el medio del campo, con técnica, y una buena salida del balón desde atrás. Pero la dificultad que tiene esta liga es que es una competición más de choque y no te permite siempre jugar la pelota. Por eso somos también bastante directos  en el ataque, porque contamos con extremos rápidos y aprovechamos esa ventaja.

¿Qué sistema suelen utilizar?

Nuestro esquema es 4-2-3-1, con variantes en los pivotes, pero siempre jugamos con un único punta, que tampoco es un delantero puro, sino más bien un mediapunta como un falso nueve.

¿Y adaptan el juego en función del rival?

La tónica de la liga es agradar en casa y sacar puntos fuera. Fuera de casa cuesta mucho y cada campo es particular: Maspujols, por ejemplo, tiene un campo de tierra muy cerrado, ellos van a su juego, el 'balonazo', y por ahí vino la primera derrota. Por tanto, la filosofía de juego depende del equipo contrario.

Ajá.

Si tienes delanteros rápidos, sabes que cualquier despiste te va a costar un gol. En cambio, si son toscos, sabes que puedes sacar la pelota desde atrás perfectamente. Yo prefiero salir con el balón jugado. Siempre gusta más ver a un equipo que juegue, y que hace todo lo posible por eso, que no está el que está dando 'balonazos': si pagas una entrada es para disfrutar del fútbol.

¿Ya que es central, cuéntenos un poco como trabaja la salida de balón un equipo que pretende ‘agradar’?

Depende de los cambios en la medular. Siempre tienes que ver los jugadores del medio campo y cómo salir desde atrás. Si el compañero es creativo, soy el primero que se ofrece para combinar. Siempre te hacen más hincapié en la salida del balón con el portero y los centrales, laterales abiertos y tocando la pelota. Pero si tenemos un centro del campo de choque, buscamos más el 'pelotazo'.

¿En qué aspecto hacen más hincapié?

Me ha impactado mucho la manera de trabajar el balón parado de nuestro equipo. Yo digo que nos parecemos a los de primera división porque nos cuelgan en la pared, antes de salir: cómo ordenarnos en el córner, dependiendo de quien salga; y nos indican la orientación y hacia donde tenemos que ir, junto al encargado de sacar, las variantes, pantallas, etcétera. Eso es de los que más practicamos en los entrenamientos.

¿Y qué más facetas trabajan?

El tema motivacional también. Nos dicen cómo juegan los rivales, tienen informes, porque los equipos de segunda división son equipos que varían poco, siempre mantienen el mismo bloque…

¿Cómo van en la liga?

Ahora hemos bajado un par de posiciones y vamos séptimos, cuando a principios de mes íbamos terceros. En tres partidos solo hemos conseguido un punto de nueve: dos derrotas y un empate.

¿Y por qué?

Nos hemos topado con equipos bastante rocosos defensivamente y con una buena media, como el Falset. Y no es una excusa, pero los tres pinchazos han sido en parte culpa de los jugadores que han tenido que subir al primero equipo a causa de las bajas de ellos. Esos jugadores son importantes en nuestro sistema.

¿Cómo quién?

Nos ha faltado un hombre muy importante en el medio campo, de corte defensivo, y a la hora de sacar el balón, como es Carlos Calero. Tiene mucha capacidad de recuperación física y nos ayuda a sacar la pelota incrustándose entre los centrales. También hemos notado la falta de Fran Lozano, un jugador ágil, versátil y veloz, que ha aportado muchos goles al equipo. Era el máximo goleador. Todo eso influye.

También le han subido a usted.

A mí me han convocado en tres partidos. En el primero estuve en el banquillo pero no disfruté de ningún minuto. En el segundo fui titular y jugué los noventa minutos contra el Roquetenc. Por último, disputé diez minutos en la victoria por cuatro a cero al Alcanar en casa.

¿Y qué tal se encontró?

Bien. El entrenador me está dando confianza y siempre es bueno saber que cuenta contigo y que estás ahí para cuando lo necesite, sabiendo que soy jugador del segundo equipo. Creía que me iba a encontrar un poco más nervioso, pero la verdad es que tener al lado a una pareja de central sólida y contundente como es Cristian Fuentes, te aporta confianza.

¿Quedó contento con el rendimiento del debut?

Sí. En el primer partido que jugué como titular íbamos perdiendo tres a cero en el 82’, cuando marcamos el primer gol. El entrenador me adelantó la posición a medio defensivo, jugando con una línea de tres por detrás, con Cristian como líbero. Esa contundencia en el centro del campo contribuyó a que al final consiguiéramos empatar a tres. Me sentí bien en los dos puestos.

¿Qué le dijo el entrenador?

Me motivó y me dejó claro algunos conceptos clave durante el trayecto de Vila-seca al estadio del Roquetenc. Me dijo que fuera contundente por arriba, me apuntó los puntos fuertes de los delanteros del rival: eran dos delanteros rápidos y técnicos con experiencia en la categoría. Tenía que parar a uno de ellos, que estuviera tranquilo y que lo hiciera como sabía. Eso me relajó.

¿Volverá al primer equipo?

Sí, creo que habrá posibilidades de acudir al primer equipo, pero soy jugador del filial. Poco a poco, porque en ese aspecto hay que ir despacio: te tienen que dar minutos y confianza. Juegas aunque sea un minuto y vas pillando el rol y la experiencia. En eso, el Vila-seca sí lo ha hecho con nosotros.

¿Cómo valora la oportunidad?

Es un premio al esfuerzo hecho en pretemporada. En ese sentido, sí que vi ese trabajo recompensado. Además, tienes tu satisfacción personal y puedes entrar en la dinámica del primer equipo.

¿Cree que el Vila-seca es un club que ha contado con la cantera?

En este caso, yo lo considero más una urgencia. La defensa del primer equipo tenía tres bajas: una por una lesión y dos sancionados, por lo tanto no había otra, era sí o sí. Hemos subido por las bajas, pero el primer equipo no suele subir a los que están en el filial cuando algún jugador se va, sino que traen a otro jugador de fuera. El club ha apostado poco por la cantera.

¿Cree que está justificado que se haya mirado antes fuera que dentro para reforzar al equipo?

Aunque el cambio entre las dos divisiones es bastante fuerte, a nivel individual, muchos jugadores de nuestro equipo podrían estar jugando perfectamente en el primer equipo.

¿Cómo ve al primer equipo en la categoría?

Las aspiraciones, en un principio, eran un poco como las nuestras: quedar entre los cinco primeros. Pero al ver que en los primeros cinco partidos empezaron ganándolo todo, con el equipo líder, se veía un conjunto sólido capaz de luchar el ascenso con solvencia.

¿Cambiando de tema, díganos quién es su referente futbolístico.

Siempre me ha gustado Fernando Torres porque es colchonero, pero la trayectoria de Xavi Hernández me encanta. De mi posición, Puyol. En ese sentido, estoy ahora más pendiente de los movimientos y el posicionamiento del jugador en el campo, para poder hablarlo en los entrenos con los compañeros con el objetivo de ponerlo en práctica.

¿Y en su entorno más cercano, en quién se mira?

A nivel local, siempre te fijas en la pareja de los centrales. En este caso, especialmente en Amador y Javi.

Dicen que le gusta inventar y poner motes. ¿Pero tiene algún apodo en el campo?

En fútbol sala me llamaban Ufjalusi. Por aquella entrada a Messi, en la que le sacaron roja. La verdad es que me habrán expulsado unas quince veces a lo largo de mi carrera. En el Salou hasta el presidente vino a decirme que no había visto un jugador más tarjetero que yo porque en toda una primera vuelta, solo en un partido no me sacaron amarilla.

¿Y a qué cree que se debe?

Quizá sea porque el fútbol sala no es tan de contacto. Yo, al venir del fútbol, veía más normal algunos choques. Entendiendo al árbitro, en un partido que era tranquilo, iba yo fuerte al choque y me sacaba la amarilla. Yo le decía: “pero si he ido al balón”;  y él me contestaba: “¿pero tú has visto cómo has entrado, chaval?”

¿Y cree que se corresponde con la realidad?

Algunas veces soy flojo, y otras veces demasiado fuerte. Creo que tendría que mejorar eso. O soy demasiado agresivo o peco de blando.

No todo serán defectos. ¿Qué virtudes tiene?

Voy bien por arriba, rápido al cruce, buena salida de balón y también desplazamiento largo.

Seguro que tiene alguna anécdota divertida al respecto…

Mi expulsión más rápida fue en el campo de Lleida, en fútbol sala. Cada parte dura veinte minutos a tiempo parado. Cuando me echaron, miré el reloj y vi que quedaban diecinueve minutos y cinco segundos. Duré cincuenta y cinco segundos. Y no me expulsaron por roja directa, sino por doble amarilla…

¿Cómo se ve en unos años en el fútbol?

Me veo jugando con los veteranos a los cincuenta años, sobre todo si hay este buen rollo de pachanga y fútbol con amigos. Me encantaría.

  Foto de equipo del Vila-seca C.F. B, temporada 2012 - 2013 (cedida)


Luis Alberto Moral Pérez (@luisalberto_m)


domingo, 18 de noviembre de 2012

Crónica del Vila-seca C.F. 4 - Alcanar C.D. 0


Y Dani cogió su fusil

El Vila-seca C.F. vence al Alcanar C.D. cuatro goles a cero, todos ellos marcados en la segunda parte. Guiados por la fuerza y el ímpetu del centrocampista Daniel Sánchez-Barroso, el conjunto local supera a su rival en la tabla y se coloca segundo, en puesto de promoción, a cuatro puntos del líder, La Cava U.D.


Duelo directo en la parte alta de la tabla. Empezaba a las cuatro de la tarde en el Municipal de Vila-seca un duelo entre dos miembros de la zona noble de la clasificación del grupo VI de la Segona Catalana. El Alcanar, que empezaba la jornada cuarto con 18 puntos, a cinco del líder, La Cava, tan solo aventajaba al primer equipo vilasecano en un punto. Eran sextos, empatados con el Catllar, en el vagón de cola de los aspirantes al ascenso después de los traspiés de las últimas jornadas.

Planteamiento

Y así empezó el encuentro. El equipo local se veía asediado por un Alcanar rápido y con las ideas claras: el fútbol elaborado y combinativo de uno de los equipos con más experiencia de la categoría se imponía en los primeros minutos. El Vila-seca, dormido, mantenía el mismo pulso que en los inicios de las anteriores jornadas: encefalograma plano.

El público se aliaba con su equipo en un ejercicio de lealtad (y de escasa autocrítica) que calentaba el encuentro. Cualquier falta era respondida con una excesiva ráfaga de chillidos poco educados. La tensión propia de un partido importante se confundía con la ira mal canalizada de la afición.

El Alcanar, a lo suyo. Con cuatro atrás, el conjunto del Montsià plantó un centro del campo poblado por cinco jugadores, situados en rombo, facilitando la combinación de sus mejores jugadores, Xavi Molas y Raúl Vates. En punta, el 7, Adrià Valsells. Entre tantas ocasiones, un buen susto: una combinación entre estos atacantes por el lado derecho dio lugar a una diagonal que dejó solo al delantero frente al portero. Buena definición y la pelota entra. En posición dudosa, el gol no subió al marcador por fuera de juego.

El Vila-seca mantenía el esquema de siempre: línea de cuatro, doble pivote y una línea de tres con una mezcla de jugadores rápidos y hábiles. Artistas y estiletes. Comandados en esta ocasión con dos jugadores de toque en la medular, Daniel Sánchez-Barroso y David Voces, la alineación prometía control y ataque. Tanto que hasta el delantero, mentiroso, se mezclaba con ellos en un ejercicio de movilidad y desmarque. En una asociación, la más clara de la primera parte a pesar de la inferioridad: balón a la banda para que el canterano Fran Lozano regateara, centrara, y David Ramírez disparara buscando el palo corto desde dentro del área. El remate lo envió a córner Marc Bertomeu.



La resistencia

Pero no lograban hilar posesiones. Y no lo consiguieron hasta bien mediada la primera parte, cuando, a sabiendas de que la mejor de las suertes era mantener la portería a cero –con un ‘Rodri’ atento y seguro en el balón aéreo—el visitante parecía perder fuelle. Ahí sí que comenzaron a precipitarse las conducciones del 10, David Ramírez; o los desmarques de las alas y la referencia en punta: Fran Lozano, Antonio Ortiz y José Ramón Chillón. A pesar de la ausencia de orden y pausa, el Vila-seca ganaba confianza con la pelota en los últimos compases.

Ya en la segunda, el Alcanar tuvo la más clara en un disparo fortísimo desde media distancia que paró milagrosamente ‘Rodri’ y se estrelló en el larguero. Eran los primeros diez minutos y se apagaban en este inicio, como el cielo, los buenos augurios del final del primer tiempo.



Pero ya no había peligro. Desde esa solidez defensiva, David, ese futbolista especial, el 10, cogió la pelota para poner el suspiro en la boca de cada asistente. En ocasiones se aturulla, abusa de la conducción o se enreda. Pero el fútbol del Vila-seca es el reflejo de su estado de ánimo. Y cuando sonríe, la controla, la cose a la bota, amaga, gambetea, se va de uno, de dos, de tres, fácil, tal vez de cuatro. Y de rabona planta un balón en el punto de penalti. Así lo hizo antes del primer gol vilasecano, y en jugadas aisladas donde evidencia la naturalidad del regate. El fútbol para él es instinto, una disposición innata.

David y Goliat

Y entre tanto atardecer, la luz se hizo. Apareció Dani Sánchez-Barroso para desequilibrar el choque. Goliat. El 6, futbolista muy fuerte, está dotado de un cañón en la izquierda. Y lo sabe. Porque a media distancia no hay balón rechazado que no pruebe: cuando el despeje no supera la frontal, aparece siempre desde la segunda línea para lucir su folha seca. Y de qué manera. No siempre acierta pero atenaza a las defensas. Un arma más a la variedad de registros del fútbol ofensivo vilasecano, a menudo afectado y excesivamente redicho. Rizan el rizo. 

En el 61’, tras una jugada en diagonal y un remate perezoso del joven Fran Lozano, el rechace de un córner colocó la pelota en la media luna, donde apareció él. Como un resorte, se apoderó del frente para disparar casi sin apuntar. Ni falta que hacía. Esa zurda potente espoleó el balón y el portero, aunque adivinó la trayectoria, acabo escupiéndola adentro de la red. Gol. 

A partir de ahí, el guion del partido cambió. El Alcanar estaba obligado a ir hacia delante si quería sacar algo positivo, después de una primera parte en la que fue mejor, así que adelantó la defensa. Pero la zaga local estaba bien aposentada, y rechazaba anticipándose una ocasión tras otra. El Alcanar empujaba, pero no generaba el mismo peligro.

Quizá porque en el fondo temía los reveses del Vila-seca al contragolpe. Obligado a recular, los jugadores de calidad del equipo de casa veían praderas a las espaldas de los defensas cuando recuperaban el balón. Y cuando cuentas con delanteros veloces, que colaboran generosamente con un derroche como el de Fran Lozano o José Ramón Chillón, incisivos, constantes toda la tarde; cada pérdida de balón es una ruleta rusa.



La fiera siempre llega dos veces. En el minuto 72, otro disparo fuerte del potente mediocentro, Sánchez-Barroso, en una posición casi idéntica, no puede detenerlo el guardameta, que despeja hacia Chillón, quien para el balón, recorta, y envía a la red la sentencia. El 6 es un jugador corpulento a la vez que hábil. Así lo demostró en algunos regates que arrancaron aplausos, animados por las acciones determinantes que desequilibraron el partido.

Las ocasiones se fueron sucediendo, a medida que el equipo iba introduciendo jugadores de refresco, muchos de ellos del segundo equipo. Es el caso del titular Fran Lozano; o los relevos Carlos Calero, Edgar Fuentes o Raúl Estébanez, que, vienen de unos partidos a esta parte presentando credenciales para cuando se les requiera. Como en estas últimas jornadas, en las que lesiones y sanciones han abierto una brecha para las jóvenes promesas.

La goleada

Porque en los últimos compases, un centro lejano desde la izquierda lo pincha el debutante Fran, y bate a Marc Bertomeu de primeras (85'). Y para colmo, una jugada llevada por los dos mediocentros, protagonistas en el desequilibrio del partido, Sánchez-Barroso filtra un pase a David Voces que define con calidad, picándola por arriba (89'). Ovación y tarde de gloria en el Municipal de Vila-seca. El Alcanar, engullido.

Y la sensación que cuando cogen la batuta jugadores como los centrocampistas titulares del partido de hoy, el equipo es capaz de desplegar ante cualquiera su fútbol marca de la casa. Sobre todo en casa, donde se está ganando el derecho a soñar.


Luis Alberto Moral Pérez











domingo, 11 de noviembre de 2012

Crónica del Gimnàstic de Tarragona - Reus Deportiu (11/11/2012)


Qui no s’arrisca, no pisca

El Nàstic de Tarragona s’imposa al Reus Deportiu per 2-1 en un derbi en el que sempre va portar el pes del partit, i que es va decidir en un final emocionant marcat per tres gols en nou minuts.




Començava el derbi el diumenge al migdia amb una assistència digna d’un partit molt esperat, poc més de 4.000 persones, la més alta en el que va de temporada al Nou Estadi. El partit començava amb un ritme de joc lent, amb un Gimnàstic que volia la pilota i proposava joc davant d’un Reus ben armat defensivament, que esperava pacientment el seu moment al contraatac.

L’equip de la capital es distribuïa en un 4-2-3-1, amb una línea de mitges puntes tècnics composada per Bueno, Arriaga i Calderón; i amb l’ organitzador de Lerma al doble pivot. De nou, l’atacant del planter Virgili. El conjunt reusenc sortia amb un teòric 4-3-3, que en posició defensiva es replegava en un 4-4-2 o un 4-5-1, amb dues línees defensives molt juntes i agrupades des de la frontal de l’àrea gran fins al centre del camp. A dalt, el Deportiu situava al migcampista creatiu Masqué, buscant assistir, una mica més endarrerit, el ràpid Sergio León.



Aquesta superpoblació de jugadors interceptaven contínuament els intents de combinació dels migcampistes granes. El Gimnàstic treia la pilota jugada, per mitjà de Lerma, Rodri s’encaixava entre els dos centrals i els laterals, Vélez i Benito, oberts, pujaven les bandes. Aquest agrupament de migcampistes de treball defensiu agrupat en les dos línees de l’equip de Castillejo obligava a carregar el joc cap a les bandes, per on només s’apropaven, amb perill, Calderón i Benito durant els primers vint minuts. Al 21, el mateix Calderón, després d’un error en el rebuig del porter del Reus, Àngel Blasco, retalla i remata perquè salvi sota pals el central Ferran, la primera ocasió de perill de tot el partit.

Per la seva banda, el Reus s’estirava poc, però ho feia amb verticalitat i rapidesa amb la mobilitat de Sergio León, les assistències de Masqué i l’arribada del lateral omnipresent Taranillas. Així, el lateral, quasi remata una centrada al punt de penal del mig al minut 14. Però, la pilota aturada era l’arma més efectiva dels del Baix Camp. D’aquesta manera Beñat quasi fa el 0-1 al 38 amb una rematada al primer pal a l’àrea petita que para Rubén Pérez.   
La segona part seguia la mateixa tònica, però amb un canvi sobtat d’escenari: començava a ploure, i el temps alternava el sol d’un diumenge de vermut amb la pluja constant de la tardor més grisa. El públic s’ho mirava agrupat quasi per complet des de les tribunes cobertes, en un gest del club en obrir-les durant el descans al públic que estava situat al gol i a la tribuna preferent, que van anar ocupant-les fins emplenar-les. Bon detall.



Com que el temps patia de bipolaritat, el partit va mimetitzar les símptomes. El joc es debatia entre la contenció reusenca, en uns primers minuts travats, plens de targetes grogues; amb les noves variants proposades per l’equip local: l’agitació de David Haro, que va firmar uns primers minuts efervescents; l’aparició d’un Arriaga més constant, que li proporcionava al Nàstic un domini més clar a mesura que avançava el partit.

Però per sobre de tots ells, l’home que canviaria definitivament l’argument va ser Eugeni. Substituïa al mateix Arriaga al 67 i en poc més de vint minuts va revolucionar el match. Tot just sortir va provar els reflexos del porter Blasco amb un xut fort i ras (74’) en la primera acció clara de perill de la segona. Les combinacions del Nàstic eren ara cada vegada més contínues i fluides a causa de la mobilitat entre línees d’Eugeni, que atorgava una marxa més a la sala de màquines dels de Salamero.

L’ambició grana per guanyar el partit es van evidenciar en l’aposta ofensiva de l’entrenador grana: treia també a Rodri per Quintana i el Nàstic sumava cinc jugadors de creació per darrere de Virgili. No va trigar gaire en fer el primer: centrada des de l’11, Haro, i rematada perfecta del davanter guanyant l’esquena al defensa. Minut 85.

Començava així la bogeria final: ocasió de León després de la represa que surt fora per poc i, a la següent jugada, en un sortida del Reus, recuperació grana d’un David Haro que s’interna  pel centre d’una defensa despoblada i oberta. Defineix enganyant a Blasco fent el 0-2. Minut 89. I quan semblava un derbi sentenciat, durant els quatre minuts d’afegit, el migcampista del Deportiu que havia sortit a la segona part, Álvaro, s’avança al defensa en un centre desesperat des de l’extrem dret. 2-1 i tensió fins al 94’. El temps ja havia decidit que la pluja era més apropiada pel novembre: l’aigua baixava cada vegada amb més força. I el futbol també, aliat aquesta vegada amb l’espectacle, va recompensar l’esperit ofensiu i atrevit del Gimnàstic i no la prudència conservadora d’un Reus treballador i parc.

Luis Alberto Moral Pérez


Pórtico


Declaración de principios

El diez. 10. Ese número, ese dorsal. Ese futbolista. La magia. La batuta. Un pase que atraviesa varias líneas. Un regate impredecible. Aquel momento en el que el reloj se detiene y se fragmenta en un haz de posibilidades. Y él mismo decide. Y lo hace antes que ningún otro. Y la jugada es un lienzo de una obra de arte en movimiento. Y es gol. Y los espectadores, poseídos por lo inefable, gritan, se abrazan, se levantan y aplauden. Sí, ese momento.

Como recogen los manuales futbolísticos, a lo largo de la historia las características del jugador que suele lucir el dorsal número diez han ido evolucionando, integrando cualidades y responsabilidades dentro del terreno de juego. Sin embargo, en todos los papeles dentro de la función, el espíritu del jugador que porta ese número siempre ha tenido algo de artístico, creativo y determinante dentro de un equipo de fútbol. En una obra compuesta por trabajadores que corren, saltan y chocan entre sí, existe un espíritu libre que convierte el esfuerzo y la competición en un espectáculo: un correcalles en orden. El caos en un sistema de juego.

Ese mismo espíritu será el emblema y el patrón de este blog que empieza su andadura. Transmitir y ordenar una parte del deporte de la provincia en un espacio en la red. Ese es el propósito. De hoy en adelante, en los próximos meses, centraremos la atención de este espacio web en los acontecimientos deportivos que tienen lugar en el Camp de Tarragona.

Abordaremos principalmente el fútbol. Y desde diferentes perspectivas: crónicas, reportajes, entrevistas con protagonistas, tanto de los equipos más mediáticos dentro de nuestro encuadre espacial como de los héroes anónimos del fútbol territorial. Bajo el examen del análisis: la mirada fría, el bisturí preparado para diseccionar aquello que ocurre dentro de los límites campo, las costuras de este deporte. Y la voz del periodismo, preparada para intentar explicar, de una manera íntegra, qué sucede en noventa minutos.

Asimismo, también retrataremos la otra dimensión: la que está al otro lado de la línea de cal, en las gradas. Algunas veces, los figurantes que envuelven un partido también piden ser protagonistas de la ópera, y en esas ocasiones, suplen la intriga de algún encuentro soporífero de alguna manera novelesca, o caracterizan un lugar determinado con ánimo de sainete. En esos casos, cambiaremos de orientación los focos: el decorado del deporte, también a escena.

Pero no solo de fútbol trata el asunto. También de otros deportes serán juez y parte de nuestra mirada particular. Diferentes historias que vendrán a sorprender al lector acostumbrado a los ritmos del fútbol, nuestro principal objetivo. Otras melodías que complementarán esta sinfonía personal que pretende sonar afinada y sincera. Honestidad brutal, en palabras de Calamaro. Intentaremos trasladarles el alma del deporte. Las respuestas. El por qué. Las imágenes, las palabras. Los protagonistas. Lo que mueve a los deportistas. Lo que persiguen. Tal vez competir. O ganar. Seguramente trascender. Ser leyenda. La leyenda del 10.