miércoles, 26 de junio de 2013

La charla. Entrevista a Helena Casas: el secreto de una ciclista prodigio

«Ganar un Mundial en estas condiciones sería un milagro» 

Entrevista con Helena Casas Roigé, ciclista profesional vilasecana. 24 años. Estudiante de Psicología por la UOC. Especialista en pruebas de velocidad, reside en Palma de Mallorca, desde donde se prepara para conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, tras quedarse a las puertas de la cita de Londres. Ahora, superado el Mundial de Minsk del pasado febrero, publicamos una charla que mantuvimos con ella el 31 de diciembre del 2012. En aquel momento, la obsesión de unos mundiales inminentes dominaron la conversación, pero la charla dio para más. Novena en la prueba individual de keirin y séptima en velocidad por equipos en la capital bielorrusa. Nuevo récord de España y mejor puesto en la historia de España en un Mundial en esta prueba. Ya superada, —y de qué manera— la cita, hablamos de ciclismo en pista y del estado del deporte en el concierto internacional.


¿Por qué Palma de Mallorca?

Estaba en Barcelona en el CAR, el centro de Mallorca lo abrieron específicamente para ciclismo en pista, como idea de Joan Llaneras. Contaron conmigo y llevaré allí unos tres años. El centro se hizo en Palma con motivo del mundial del año 2007.

¿Sois muchos de ciclismo en pista en el centro?

Ahora mismo tres chicas y tres chicos de velocidad en pista. Luego están los fondistas, el problema es que el contrato del centro es hasta diciembre, y ya veremos si hay continuidad. Hay recortes y todo, y el CSD (Consejo Superior de Deportes) es el que pasa el dinero. A lo mejor, como está Río dentro de cuatro años, reducen el presupuesto para estos dos, y luego de cara a las Olimpiadas lo vuelven a aumentar.

¿Y cómo os afectan esos recortes?

Dentro de Palma, desde verano, no hay fisios ni médicos ni nada. Ahora mismo el centro no tiene las cualidades para serlo. Hemos logrado la medalla sin ayudas. Por ejemplo, el fisio me he tenido que buscarlo yo en Palma, pagándomelo yo, igual que la nutrición. Estoy en el centro porque tienen la pista, pero todo lo demás, incluido el entrenador, es a título propio.

¿Y qué pasará este año?

Si se termina el centro, cada uno irá a su respectivo lugar a entrenar. Yo hasta el mundial seguro que me quedo en Palma porque es el único velódromo que hay en España de madera y cubierto. Es por eso que me he trasladado allí. En el CAR, en cambio, estaba a unos 20 km. de la pista y era descubierta: en invierno dependes del tiempo, y si llueve tienes que cambiar entrenamientos, y lo pasas mal. En cambio en Palma los tiempos son más parecidos a la competición, luego la adaptación no es tan grande. Lo ideal era que fuera cubierto, pero si no lo han cubierto con la medalla de José Antonio Escudero, ahora con la crisis no creo que se haga. Si en Cataluña hubiera uno de madera y cubierto, me quedaría aquí.

¿Y por qué no la han cubierto todavía?

Siempre decían que iban a hacer uno, pero los años pasan y la pista sigue sin tener techo. Por eso tiene mérito estar a buen nivel internacional, comparado con las chicas de fuera, ellas tienen más ayudas. En el CAR, por ejemplo, no había una rutina, no era profesional. También eso tiene que venir de arriba, del dinero básicamente, para que hayan entrenadores y atención personalizada.

Dice que tiene mérito competir con las chicas de otros países. ¿Por qué?

En Francia, Inglaterra o Australia el ciclismo en pista es mucho más profesional. Aquí no es casi conocido, hay más cultura de ciclismo en ruta. También está un poco manchado todo por el doping todo. En España parece que solo existe el fútbol y ya está. Por ejemplo en Gran Bretaña venden las entradas en dos días. Hay mucho público, se llenan las pistas. Fuera de España hay mucha afición. Aquí viene la familia (risas).

Sí…

Francia, Inglaterra y otros países tienen un cuerpo técnico que se dedica a grabar las carreras en competición y luego nos analizan: qué táctica, desarrollo, pierna con la que arrancas… saben la manera que tienen de correr. En España, no: corres y vuelves a casa. Los vídeos son los que hayan colgados en Youtube. Un año los grabamos pero no analizábamos los vídeos. Falta eso: intentar ser cómo el enemigo. Si tuviéramos más medios… es culpa del interés que hay por la pista a nivel general, de la federación de ciclismo que está más decantada por el ciclismo en carretera y el ciclismo en pista está un poco más olvidado.

Entiendo que es casi un milagro competir en esas condiciones…

Fuera también los centros tienen personas que hacen pruebas de biomecánica y también van a túneles del viento; eso es muy caro y aquí es imposible. Nosotros vamos por intuición a ver qué sale.

Volviendo a los recursos patrios, ¿tan precario es, ahora, un Centro de Alto Rendimiento?

En el CAR hay trabajadores, pero atienden a todos los deportes, y depende de cada federación que haya entrenadores. Nosotras nos teníamos que buscar un poco la vida. Yo empecé con Escudero a entrenar, otro corredor en ese momento, y la situación de él era igual: empezó a leer y se entrenaba a sí mismo; ganó medallas pero gracias a él.

¿José Antonio Escudero, medallista y actual seleccionador de ciclismo en pista?

Sí, es mi entrenador ahora. Estuve en Mallorca con un entrenador alemán y no terminaba de mejorar. Con el cambio de entrenador, la verdad es que muy bien.

¿Por qué cambió?

No tenía un método. Proponías cosas que se podían cambiar y no se cambiaban. Fue por decisión mía de cambiar, y está saliendo bien De haber empezado con Escudero antes, podíamos haber estado en Londres, por ejemplo.

¿Y si tiene que pagarlo usted, de qué vive?

Ahora es como si hubiera estado dos años sin cobrar, pero he vivido de lo que he ido ahorrando, como estaba en el CAR no lo gastaba. Si la situación sigue así, los ahorros se acaban, por eso el Mundial es mi punto de inflexión. Muchas veces te lo tienes que montar tú para ganar algo, y aún así el beneficio tampoco… para mí la clave es el Mundial para poder vivir del ciclismo. Ahora sí, de becas anteriores.

¿Solo le cubren el alojamiento?

Sí, en Barcelona dormir, comida, gimnasio, médicos, nutricionistas: no pagábamos nada. La comida va por nuestra cuenta y los vuelos son algo más baratos.

Supongo que la Generalitat ha tenido que recortar, con el techo de déficit y la que está cayendo.

Aquí hay más deportistas, hay buen nivel general y hay que repartir. Pero en las demás comunidades, por medallas en campeonatos de España ya les dan beca; en Catalunya, no: tienes que haber participado en campeonatos de Catalunya, España, Europa y en el Mundial. Y si tienes Beca ADO, ya no te dan beca en Catalunya. Hay más para repartir, pero hay menos pasta para repartir entre todo el mundo. En otras comunidades dan más dinero. Está un poco desproporcionado.

¿No cuidan a los deportistas profesionales?

No quiero hacer ninguna crítica, pero las becas de aquí están mal, son escasas. Por eso, ganar un mundial en estas condiciones que hay sería un milagro.

Pasemos al ciclismo. Háblenos un poco de las modalidades del ciclismo en pista en las que participa.

En la velocidad individual: son 200 metros, salimos todas las corredoras, y según nuestro tiempo se hacen cortes;  las primeras pasan. Hay enfrentamientos entre las 16 hasta llegar a la final. Sales, das tres vueltas, y cada una allí juega su baza: es mucho de vigilar. La que va delante controla a la detrás, y es todo el rato ir con el cuello girado, el sistema de vigilancia. Juegas mucho con el peralte: si subes te embalas más.
Por otro lado, el keirin va por sorteo en la salida. Salimos en línea y vamos detrás de la moto unas cinco vueltas; la moto se aparta y también es muy táctico. De las 7 que hay, la que va mejor de largo intenta ir delante, o ir a rueda. Es muy táctica esa prueba. El scratch, en cambio, es una carrera normal: sales y la que llega primero gana.

¿Cuál prefiere?

La que se me da mejor, tácticamente, es el keirin. La velocidad en 200 también estoy mejorando el tiempo, ya me gusta más, pero se me da mejor el keirin.

¿Cuándo se decantó por el ciclismo en pista en lugar de la carretera?

Hasta juvenil hacía carretera, y en juvenil de segundo empecé a entrenar más en pista. Siempre he hecho un poco, pero en juvenil ya puedes competir en campeonatos europeos y en el Mundial, así que empecé a practicar más. Ahí ya se notaba más la diferencia porque los países de fuera se encargar de formar una base en la pista, aquí entrenas en carretera y luego haces pista. Y no tenía nada que ver. Es la mentalidad de aquí, de España.

¿Qué falta en la ‘pista’ en España?

Un seguimiento, que es lo que tenía que haber habido siempre, una base que fuera creciendo hasta competir internacionalmente. Gracias a las medallas de Llaneras el centro está. Cuanta más gente haya, más nivel habrá en general. Lo único que falta es una estructura para que crezcan las nuevas generaciones. El Catalunya Team está haciendo un buen trabajo en ese sentido, porque tampoco reciben nada y ayudan a formar a corredores. La Generalitat recorta mucho, este año creo que no ha dado nada, y estamos con la Diputació más algunos patrocinadores de cuadros, neumáticos. Sobreviviendo.

¿Qué exigencias requiere el ciclismo en pista?

Para ser velocista, físicamente más corpulentos y la masa muscular es más abultada. El fondo es más fácil, porque se puede trabajar. La velocidad depende más de la fibra muscular, que sea más rápida.

¿Cuándo se dio cuenta de que valía?

Hubo un campeonato, el primero al que fui. Yo era infantil de primero, y el campeonato era para infantiles de segundo año. Me invitaron porque era en Tortosa. Competía con gente más mayor pero yo veía que las ganaba. Ahí pensé que no se me daba mal. Luego, la competición te sitúa. Al poco que empecé a entrenar, veía que estaba muy separada de las demás, y eso ha podido ser negativo para mí: por no haber habido tanta gente con mi nivel, ha hecho que me confiara en alguna temporada, y es bueno que haya competición e igualdad. Y si quieres ir fuera, eso no es bueno porque te exige menos y creces menos.

¿Quiere decir que no le costaba ganar, por ejemplo, un campeonato de España? Tiene 30 títulos entre 2003 y 2012. Y también el de velocidad en 200.

Ganar un campeonato de España era fácil, sí. Ahora mismo también lo veo en otras chicas, que estamos a nivel internacional en España. Somos tres chicas en velocidad: Tania Calvo, que tiene cuatro años menos, Leire Olaberria y yo. Si hubiera más ayuda, se podría crear una escuela y no habría un desnivel tan alto, sino un peldaño intermedio entre nuestro nivel y las demás.

¿Qué significa tener un récord de España?

Sirve algo para la historia, y como satisfacción personal, pero tampoco es algo que esté reconocido económicamente. Dentro del mundillo no es importante, es como un dato más. Más que nada, significó una buena marca, una mejora en mi rendimiento, y por eso estuve contenta, porque podía hacer ese tiempo. Pasó en Cali, donde me coloqué quinta con ese tiempo, y en los enfrentamientos posteriores avancé una posición.

¿Cuál es la psicología que exige la modalidad?

El ciclismo en pista hay algunas pruebas que son salida y parada. Hay una cuenta atrás, y entrenamos mucho la sincronización con el reloj. La concentración es importante en todas las pruebas. En el keirin, la psicología no te permite dudar, porque es muy: si se te pasa por la cabeza ir hacia adelante, esa es la idea. Cuando dudas, has perdido porque otra reacciona antes que tú. También requiere de mucho control en el contacto que hay en carrera, que no te desconcentre, y sobre todo en la respiración. No salir nerviosa, por eso trabajamos bastante la relajación, antes de competir hay que salir tranquilas de corazón. Hay que mantener la energía.

Dígame que se le da bien en el aspecto mental.

Con la presión ahora te digo que sí que me gusta, pero se pasa mal. Estás todo el día pensando en lo mismo, pero me concentro bastante en competición. En competición no me vengo abajo, al contrario.

¿Te costó mucho adaptarte a la especialidad?

Al principio sí, y el velódromo impone bastante cuando empiezas a rodar. Tienes que acostumbrarte a no dejar de pedalear, no se te puede ir la cabeza, sino puedes salir volando de la bicicleta. Y luego subir hasta arriba en el peralte. Es ir a tope, a saco, en la velocidad. El keirin requiere igual pensar un poco más, pero también es muy instintivo y muy animal.

¿En qué te influye ser deportista profesional en tu vida diaria?

Me influye en cuidar más la dieta y no salir mucho. Cuando estoy en Mallorca no salgo nunca. Aquí algo más. No puedo beber alcohol ni fumar. Tampoco caminar mucho para no cansarnos. Las ciclistas caminamos poco (risas). En serio, hay que hacer pocos esfuerzos fuera del entrenamiento porque si no al día siguiente no estás completamente bien para el entrenamiento.

Tema obligado: el dopaje. Ya me ha dicho que lo está esperando, ¿qué quiere decir?

Encuentro bien que haya un control para que no se consuman sustancias prohibidas, pero el ciclismo en general está muy mal visto por este tema, y todo no es todo doping. Hay otros deportes que están menos controlados en este sentido, y puede haber igual o más. Y no, no quiero decir ninguno en concreto.

Es la imagen que está dando.

Sí, pero es lo único que sale, no dan a conocer otras cosas. La gente quiere ver unas cosas como el Tour, pero es inhumano. Por un lado quieren ver un espectáculo, pero para poder hacerlo tienen que ir muy al límite.

¿Usted se ha enfrentado a algún control?

Hay el mismo tipo de controles que en ciclismo en pista: por sorteo, en el campeonato de España no falla, etcétera. Si haces medalla en Olimpiadas, también. Nos hacen rellenar fichas para tenernos localizados por si en un momento dado nos quieren hacer un control. Por ahora no se me han presentado, pero pueden ir a las seis de la mañana a casa, y eso sí que me parece un poco excesivo. Hay deportes que no tienen el mismo trato, y en el ciclismo hay muchas más cosas y en la prensa parece que solo exista el doping.

¿Cuál es su próximo reto?

Ir mejorando y consolidándome en la élite y el objetivo a largo plazo es estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Está clarísimo, después de no haber estado en Londres, porque me quedó una espinita clavada, y ahora tengo súper claro que tengo que aprender y mejorar.

¿Qué crees que puede alcanzar?

Eso nunca se sabe, porque a lo mejor piensas que una marca es tu techo, y luego al poco la superas. Cuando vi mi marca en Cali no me la creía, y lo he superado. Yo tengo bastante confianza en mí misma, así que no te sabría decir. Creo que puedo ganar un Mundial y hacer medalla en los Juegos Olímpicos, no hace falta ganar tampoco. Por ejemplo, la prueba del keirin es muy abierta, y como depende de muchos factores, es probable que me pueda colar. No es algo imposible tampoco. Así que no se descarta estar en medalla en mundiales y en las olimpiadas, pienso que podría ser posible. 

Se acaba la charla. Le pido un autógrafo. Ríe, piensa que es broma, y me acaba firmando con dedicatoria, una dedicatoria secreta, entre risas y rubores. Quiero ser de aquellos, pocos, que guardan un autógrafo de una futura medallista olímpica. Suerte.


Luis Alberto Moral Pérez (@luisalberto_m)


Fotografía del pódium de la medalla conseguida en Glasgow en noviembre de 2012. 

jueves, 13 de junio de 2013

El lector contemporáneo y el moderno gafapasta

Seguimos con piezas de análisis acerca de medios digitales y nuevas propuestas; hoy nos centraremos en el magazín Jot Down, expresión inglesa que significa tomar nota. Jot Down es un proyecto de amplio espectro en el que encontramos productos muy variopintos bajo el paraguas de la manifestación cultural. Contemporary culture mag, así de redondo y extranjero, muy del gusto moderno. Es curioso el asunto de la procedencia de los nombres: los que prefieren arraigarse en el casticismo más retrógrado, escogen por contra conceptos de viejo cuño castellano: La Gaceta, La Razón. Hay que andarse con cuidado hacia donde pone uno el ojo, de la misma manera que no es lo mismo llamar a tu hija María de la Concepción que Jennifer.

Más que los contenidos que ofrece de manera gratuita la web, pretendemos poner de relieve algunos aspectos fundamentales del modelo de negocio de la revista digital. Y para ello seguiremos los puntos clave desarrollados por la entrevista a los fundadores de Jot Down Magazine, del blog Periodismo sin bolsillos. Una charla breve a la vez que directa, que radiografía la columna vertebral del proyecto digital, y su peculiar visión de un periodismo tan a contracorriente como esperanzador. Empezamos.

Jot Down nace de la vocación por los textos culturales de un grupo de amiguetes: «un día, durante el aperitivo, nos pusimos a pensar en la revista que nos gustaría comprar y decidimos que sería una bonita aventura editarla nosotros mismos. Teníamos muchas ilusiones y ninguna certeza». Al partir de la ilusión, quizá se tenga una mayor osadía en dirigir el proyecto, porque se parte de lo que realmente se quiere, y si eso está claro no aparecen las trampas de lo convencional, los tópicos manidos: el sesgo de la crisis, temática aburrida y excusa sobada. No es que garantice el éxito, ni mucho menos, ni tampoco hay una relación inevitable entre la ilusión, la inexperiencia y la innovación que, además, funciona. Pero en este caso sí que lo explica. Locos con suerte, dirán. Pues no.

En el origen del proyecto había la creencia de que en Internet tenía que haber espacio para un periodismo distinto, lento, profundo, atemporal, narrativo… Pero era eso, una creencia, una intuición. Sabíamos que íbamos de cabeza contra todo lo que los gurús decían que tenía que ser un medio en Internet, pero nos daba igual. Decidimos probarlo porque, no lo olvidéis jamás, Dios odia a los cobardes.

Esa es la feliz diferencia: artículos largos, tan largos que uno tiene que revisitar, o imprimir —ya saben, viejas costumbres de emigrados digitales— porque la incursión (o escaqueo) en la navegación —para la que se preparan los medios más convencionales— estaba prevista solo para unos minutos en la portada de algunos noticiarios y páginas de entretenimiento. Titulares, gifs y vídeos. Vean el anuncio con motivo del análisis de los minutos por página en diferentes medios. ¡53! Un tiempo necesario para leer, pararse, releer, dialogar con uno mismo, reflexionar, comentar con los demás, responder, y aprender.

Un nuevo lector, menos distraído pero no aburrido, que prefiere conocer y no consumir sobre aquello que le mueve: la película que vio ayer, la frikada de turno de la tele, una reflexión sobre los desmanes políticos de siempre, o el retrato de un personaje histórico de tu equipo de fútbol. Por decir algunas temáticas. Todo lo que aporte algún valor a las manifestaciones artísticas y humanas, desde la ciencia al arte. O también nuevas miradas a la festiva cultura de masas con poca miga, por qué no. Es por la temática deportiva, sin embargo, por el motivo que conocemos el magazín, además de su buen posicionamiento y difusión de los contenidos por las redes sociales.

Entre el blanco y negro nostálgico, colores corporativos de la web; un ambiente idílico —mediterráneamente feliz y sarcástico con los titulares—, la imagen de la marca radica en la diferencia. En la diferencia de un proyecto que nace de la necesidad de ver una revista que no estaba en el mercado. Esto es, firmar un manifiesto de disconformidad con el estado de las cosas y dirigirse a esa minoría cómplice que también espera algo diferente. Perdonarán la digresión: creen que un magazín cultural de este tipo ¿es un proyecto que debe aspirar a abarcar el máximo público posible, cambiando el arquetipo del lector medio y las convenciones del periodismo digital? ¿O, por el contrario, es una web de rarezas, excéntricos y demás especies en extinción, elitista y decididamente minoritario: como la poesía, que solo la leen los poetas? La respuesta, como siempre, estará en los grises que resuelven la facilona dicotomía.

Volvamos al hilo. Pasemos ahora por las características estructurales del medio de comunicación. Una inversión inicial baja —plantilla de wordpress, servidor y dominio—, una red de colaboradores autónomos y una plantilla fija reducida son los puntos fundamentales de Jot Down Magazine. En definitiva: pocos costes de producción y difusión al tiempo que la financiación iba en aumento gracias a la buena acogida de la página, que superó las 400.000 visitas en 2012, al año de la creación del sitio web.

Siempre decimos que Jot Down Magazine no tiene ánimo de lucro, pero tampoco ánimo de luto. A día de hoy hemos conseguido que sea sostenible. El porcentaje de ventas de nuestras ediciones en papel, las segundas ediciones… nos ha sorprendido la fidelidad de los lectores, pero es justamente sobre esta fidelidad sobre lo que puede cimentarse la viabilidad del proyecto. Poco a poco vamos encontrando nuevas vías de ingresos, empezamos a ser un buen soporte para la publicidad (siempre que ésta entienda nuestras normas del juego). 

La carencia del ánimo de lucro nos lleva a la idea de un periodismo originario, al margen de las exigencias económicas de unas empresas que aspiran al máximo beneficio posible. Quizá no tengamos que ganarnos la vida escribiendo; quizá solo sea posible tener un periodismo que valga la pena fuera del mundo crematístico del capitalismo salvaje. El modelo de negocio tradicional está agotado, eso es de dominio público, y la primera gran resaca del siglo xxi nos deja la credibilidad social del oficio por los suelos —sí, así, generalizando un poco—, y el triste recuerdo de una vida digna mientras el futuro es cada día más y más precario. No sería tampoco mala idea que nos mantengan mientras vamos preparando la revolución. Nuestros lectores o nuestra mujer, que el mundo ya está cambiando.

Al margen de la publicidad, «nuestro modelo de negocio, paradójicamente, se sostiene gracias al papel». ¿Y cómo es esto? En este medio hay un espíritu tradicional que difunde de manera contemporánea contenidos culturales —es decir, partiendo de lo digital e incurriendo también en lo transmedia: lo audiovisual—  redirigiendo el papel en ediciones lujosas, o libros y otras cabeceras como Líbero, Panenka o Mongolia. El segmento de mercado al que se dirige prefiere un tipo de producto a la antigua usanza, de una  que sacia la sed bibliófila. Pero no nos engañemos: ese segmento que antepone la calidad queda alejado de las grandes audiencias. De momento.

La distribución de otras cabeceras afines al proyecto suma y no resta en la búsqueda de un público de referencia, pues fortalece un mismo discurso periodístico en la variedad de casos complementarios. La colaboración, pues, sustituye a la competencia, y la lucha por las audiencias pierde el sentido en un sector en el que el reto principal no es tanto el número de clics, sino un trabajo común que aúna los recursos de aquellas revistas con más capacidad para llegar finalmente, todos juntos y más y mejor, a un segmento de público cada vez más identificado, ese nuevo lector:

Y funciona. Y todos ganamos: estas cabeceras han tenido una nueva vía para llegar a sus lectores (y a otros nuevos), las librerías, contenidos de calidad y originales que jamás les hubieran llegado por los cauces convencionales y los lectores, la oportunidad de conocer nuevos contenidos que quizá de otro modo no hubiesen descubierto.



Así que ya saben: Jot Down, crónica de la locura.

jueves, 23 de mayo de 2013

Mirar enrere, mirar endavant


En aquesta entrada no parlarem de cap partit de futbol, ni farem cap entrevista a cap esportista. Ens prenem aquesta columna, després d’un temps de silenci, com una mena de sumari per reflexionar sobre el que vindrà pròximament en aquest blog. I en especial sobre com vindrà. Accelerarem, doncs, el ritme d’entrades que el blog ha registrat en el seu primer i breu període de vida, alternant a partir d'ara els continguts periodístics —donant rellevància a les entrevistes de personatges destacats, llunyans; trepitjarem les fronteres— amb altres entrades més breus, de nou format, en les que abocarem les nostres reflexions personals sobre les pràctiques periodístiques esportives, i també generals, que es practiquen a la xarxa: un nou horitzó que ja està esdevenint camí i empremta de la premsa escrita.

Així doncs, és aquesta entrada una cruïlla on es troba el passat i el futur de La leyenda del 10. El present no existeix en aquesta plana: la lletra escrita, la reflexió, és part del passat, una manera d’estirar-lo per evocar les seves emocions, refer-lo amb altres pensaments, i tot deformat, arribar a aprendre alguna cosa d’ell. Per exemple, podem rememorar un partit de futbol per revestir-lo de misticisme. L’altre dia recordava el dia que el Nàstic de Tarragona va ascendir per darrer cop a la Primera Divisió espanyola. Vaig veure el partit en una televisió que no acabava d’agafar el canal i, entre la boira UHF, es podia divisar la calba d’en Luís César, aquell entrenador gallec que va obrar un miracle i, com el geni de la llàntia, va desaparèixer. Una temporada més, molts fitxatges després, i dos tècnics despatxats, l’equip tornava a Segona amb un somni viscut, com qui es lleva d’una borratxera en un llit estrany. Però l’evocació del passat mai és innocent. Parlem d’aprendre d’ell, i una cosa m’ha quedat clara en les meves esporàdiques visites al Nou Estadi aquesta temporada. La reminiscència d’un Nàstic d’elit em donava l’altra cara que la realitat em negava. Anar la primera volta aquesta temporada al coliseu grana era entrar en la decadència. Com ho és, segurament, visitar el Carlos Tartiere o enfundar-se una samarreta del desaparegut Club de Fútbol Palencia. Una decadència feta de graderies buides, jugadors inoperants i una sequera golejadora que va durar moltes jornades. Però un bon record en temps dolents és com un gol de rebot i amb el cul després de tres mesos sense marcar-ne cap: un crit a l’esperança, com l’inútil espíritu de Juanito. Un record que vam estirar fins que van arribar els reixos, i van portar, entre noves inversions, de cop, un equip competitiu que obligava a il·lusionar-se. I jo pensava en l’ascens, en aquella tarda davant d’una tele amb les antenes a la babalà, i, de fet, no volia tornar a la realitat. Havia confós el somni amb la vigília. Aquesta melangia que em va dominar tota la segona volta, i que m’impedia tornar al camp, és la que té presonera el poder creatiu d’aquest país.

I més en temps difícils, que tots ho són, però especialment aquests —ens ho repeteixen cada dia els telenotícies i les converses d’ascensor que, més o menys, sempre tenen la mateixa originalitat—, en els que tothom comparteix en veu alta les inseguretats pròpies d’allò que vindrà. Ens han estripat les brúixoles i els mapes. De fet, ens ho han trencat tot. Escoltem els gurús moderns amb una esperança fútil que sabem, en el fons, que no espera res. Perquè tampoc diuen res. Volem una paraula d’ànim i respostes. Un "va, ho estàs fent bé, tot s’arreglarà". Volem saber si la jornada de vuit hores, les catorze pagues i els trenta dies de festa s’han acabat per sempre. És el món del periodisme un món especialment fotut —com tots, eh, no es cregui— sí, com tots, però escolti, que també hem d’inventar-nos un nou lloc de treball, eh. Cadascú el seu, emprenedoria, i intenta trobar el segment de mercat que no està cobert. Visca el branding. Tinc un iPhone i no sé com funciona. I s’han acabat els dies grisos, noi, i la falta de talent. Fàcil és parlar, ho veiem cada dia a Telecinco, però no és tan fàcil començar a picar pedra i marcar noves direccions.

Al marge dretà d’aquesta plana veuran alguns exemples de noves direccions. El mestre, que és el Martí Perarnau, té un magazín esportiu, polifònic i poliesportiu. Qui vulgui llegir sobre el joc, conèixer com s'explica un esport, saber, que entri. Endavant. Fa poc, va obrir un espai de pagament, el Club Perarnau, amb un material exclusiu pels seus abonats. El concepte del freemium, on ofereix gratuïtament aquells continguts d’actualitat, i d’altres de qualitat per intentar atrapar el lector; mentre va teixint tota una literatura espectacular, amb revistes i monogràfics, a la part interior del que va començar com un blog esportiu. Un altre exemple és Camp d’esports. Un web de mínims, senzilla i diàfana, ens obre l’actualitat esportiva del camp de Tarragona, molt imbricada en enfocament amb aquest blog. Es finança, fins on sabem, gràcies a la publicitat, com el model de negoci tradicional. Un diari esportiu en català i tarragoní, a més, virtual. Oferir continguts en aquest àmbit no és gens fàcil. L’últim exemple que volem posar de relleu és la revista en paper Panenka. Fa poc, el meu amic Toine Ramos escrivia al seu Bloc de notes unes ratlles, com li agrada dir a ell, sobre aquest negoci emprenedor, jove i vintage. Un experiment romàntic: crear una revista esportiva que no parla des de la perspectiva habitual, la del diari més venut a l’Estat espanyol, per exemple. Un cas encoratjador i diferent, que potencia un ús transmèdia dels continguts amb aplicacions i web, però que centra els esforços en un format de paper luxós i, quasi bé, lasciu. 
Sort.

Tres exemples molt recents. Tres casos que ens omplen d’esperança i comencen a obrir llum a l’obscuritat. Si més no, encenen una espelma. Cosa molt millor que maleir-la. Perquè la paraula ens ha d’obrir una porta al futur. Perquè si fem present el passat ens estem mentint a la cara. Perquè hem de tornar al camp, pujar les escales i mirar la gespa, amb uns ulls nus i nous cada dia. Perquè avui, ja, comença la nova temporada, la temporada en la que tornarem.


martes, 26 de febrero de 2013

Crònica i anàlisi del Nàstic 1 - Hospitalet 2

El reflex d’una trista realitat

El Gimnàstic de Tarragona perd a casa (1-2), malgrat ser superior quasi tot el partit contra un C.E. L’Hospitalet ben plantat al terreny de joc, que va aprofitar la seva fortalesa en defensa, l’atzar, i un parell de faltes al final de cada part per remuntar el gol inicial de Marc Martínez (15’). El conjunt tarragoní trenca la seva ratxa positiva en la segona volta. La derrota és la primera a casa de tota la temporada.

Diumenge passat a les 12, 2.235 espectadors s’aplegaven al Nou Estadi de Tarragona amb una esperança més fruit de les sensacions que estava donant l’equip en els darrers partits, que de la realitat crua de la taula classificatòria. Aquesta il·lusió també havia contagiat a uns mitjans que sondejaven a l’opinió pública grana contagiada per l’al·lè optimista del bon futbol de l’any 2013. Però, a les 14.05, la gent sortia del camp amb un rumor ja conegut a la grada en els darreres temps: la queixa i el mal humor incomodava l’espectador atònit, que mirava un marcador que no li retornava el que buscava. Un mirall trencat.

Enmig d’aquest migdia assolejat i fredolic, un partit que posa de relleu algunes de les lleis fonamentals del futbol: la doble realitat que, en alguns casos, separa el joc del resultat, l’absència de justícia, i la diversitat de camins per arribar a l’únic valor perdurable en aquest esport: el gol. I amb ells, els resultats. Tot i que els més romàntics no hi estaran d’acord, ningú recordarà amb el temps el partit de la jornada 28 de la temporada 2012-2013. I sí que hi ha motius per escriure unes línies. Comencem.

Plantejament

Els primers minuts del partit confirmaven la capacitat de l’equip local per moure la pilota amb sentit i generar ocasions de gol. Aquest Gimnàstic vol tenir la pilota i, a diferència del començament de la competició, ara sí que té arguments per fer-ho amb solidesa. A l’alineació, a causa de les absències, De Lerma es situava amb Marc Martínez al mig del camp, tot i que aquest últim tenia més llibertat per pujar l’atac. És l’encarregat de recollir la pilota en la base de la jugada i de distribuir-la als atacants. No debades és el 10.

Però el joc ofensiu grana es complementa amb altres armes eficaces com els laterals, tot i que en aquest darrer partit Fran Vélez, un central, va ocupar la posició de lateral esquerrà. Vélez va reforçar la zona defensiva enganxat a una línia de tres defenses amb els dos centrals, completant les cobertures predisposades per defensar el millor atac de la categoria, com va confirmar en roda de premsa Javi Salamero. A la dreta, emperò, el jove Alberto Benito va tenir moltíssima presència atacant durant tot el partit, exhibint la seva millor qualitat: la velocitat. De la seva societat amb l’hàbil migcampista Javi Martínez, van sorgir la majoria dels atacs.

Per la dreta, un Arnau Tobella massa sol en l’atac completa la línea de quatre mig campistes per darrere de la davantera Marcos-Perera. El segon acut a rebre la pilota una mica més endarrere per la seva capacitat de passada que Marcos, un rematador pur, no té. Aquests dos són també els encarregats d’iniciar la pressió sobre la defensa rival per provocar pèrdues en situacions perilloses, un recurs molt present durant l’inici del partit. 

Un altre mecanisme del circuit tàctic de l'equip a tenir en compte: quan Javi Martínez (dorsal 9) mou la seva posició en diagonal per tal de crear superioritat pel centre de l’ofensiva, Alberto Benito ocupa l’espai de la seva banda com a carriler, aportant habilitat i atreviment: pot ocupar l’espai, però amb una defensa estàtica també desborda per posar la centrada, un aspecte que ha de millorar en carrera. Així va ser generalment durant la primera part, mentre que a la segona, el 9 grana es va escorar més a la banda associant-se amb el lateral, que es desdoblava contínuament per la banda esquerra.


Fotografia: La leyenda del 10

Aquest 4-4-2 inicial va ser complementat per un Hospitalet que va situar una línia de cinc migcampistes una mica per davant de la seva defensa de quatre. A l’inici del partit va situar la seva última línia quasi al mig del camp, per tractar de recuperar la pilota a zones avançades, malgrat que amb el pas dels minuts anés retrocedint obligat per les batzegades del Club Gimnàstic. Tot i aquest 4-5-1 defensiu, el lateral esquerre Valentín sortia ràpidament amb Corominas, Osado, Cirio i Marc Pedraza, a l’espai per aprofitar les recuperacions de pilota amb un joc ràpid, però amb capacitat d’elaboració.

Després del primer tanteig i escalfament, les ocasions van començar arribar per part del Nàstic amb un cop de cap de Perera que surt pel lateral de la xarxa (9’), i amb altres arribades de l’hiperactiu Benito. Així es com en una falta lateral Marc Martínez dispara al pal curt i fa l’1-0 amb una magnífica rosca que confirmava les bones sensacions dels locals. Aquestes bones sensacions van continuar durant el primer acte, amb la tranquil·litat d’un domini que s’anava concretant en ocasions a partir del minut 30: arribades per sorpresa de Javi Martínez (32’, 36’ o 39’) o remats d’un Marcos (35’, 37’) que semblava no tenir el dia. Tampoc Perera, el seu acompanyant i màxim golejador de l’equip, una mica més actiu a la segona part, però sense l’encert d’altres jornades.

Nus

Minut 44. En un atac sense gaire perill dels visitants, una falta del lateral dret del Gol de ‘Muntanya’ és sacada ràpidament i el centre bombardeja l’àrea fins a l’altre cantó. Allí, el lateral Valentín recull la pilota, amaga i treu un xut poc fort que sorprèn massa a Rubén, que no la pot blocar i la deixa dins l’àrea petita. El central de ‘l’Hospi’, Viale, la recull i l’endinsa a la porteria del Nàstic. 1-1 i silenci a la graderia per primer cop al matí. El que semblava un bon auguri, amb un bon mitjà, el futbol-control i una defensa ben col·locada, queda sense la finalitat del resultat. Els assistents, i segurament també els jugadors, pateixen una regressió cap a unes situacions presents durant una primera volta del campionat plena d’impotència i fam de gol. Déjà vu.

Sembla que l’efecte hipnòtic del denominat gol psicològic fa justícia al tòpic, i la xerrada amb el tècnic Salamero tampoc serveix per retornar a l’optimisme amb pilota de la primera part. Durant la primera fase del segon acte el Nàstic perd la possessió i s’allunya de la porteria rival. Marc Martínez desapareix del joc i només la banda esquerra és capaç de portar la pilota a posicions de privilegi.

Desenllaç

Els canvis van dibuixar una darrera fase del partit. L’Hospitalet canvia els homes de dalt en una doble substitució –entren Aday i Bakary per Corominas i Ángel— i Julio Rico, recent ex del Nàstic, per Cirio. Amb la pilota, el conjunt visitant no té pressa i la mastega sense riscos, mentre que intenta aprofitar les pèrdues en les possessions granes per sorprendre amb la velocitat de refresc dels seus homes i les centrades de Rico. Són minuts en els que no passa res, determinats per l’absència de perill i per les constants interrupcions per faltes, de vegades més en els ulls del col·legiat murcià Navarro Fuentes que en el terreny de joc.

Per la seva banda, Salamero se n’adona de la dependència en la construcció de la jugada de Benito i Martínez a l’esquerra i introdueix un altre carriler per reforçar la dreta: David Haro. També observa que ha perdut domini al centre del camp i el reforça amb Eugeni (per De Lerma, l’home més endarrerit), home creatiu i vertiginós en el seu joc, ple de possessions llargues i passades arriscades.

La mentalitat ofensiva de l’entrenador del Nàstic sembla contagiar als jugadors que endeguen una última onada d’atacs, ara conduïts per l’efervescent Eugeni. Així, la reacció grana agafa embranzida cap al minut 30 amb un remat que treuen sota pals els defenses riberencs de Xisco Campos, una jugada fruit de la combinació de Javi Martínez i Marcos, amb un remat del 9; i una caiguda del mateix jugador que no assenyala Navarro Fuentes. Al 38, Marcos confirma que no és el seu dia rematant al lateral de la porteria, mentre que Perera intenta filtrar passades entre els centrals que cauen repetidament en el fora de joc.

Però, finalment, en un altre regressió, aquesta vegada més propera, a la primera part, una falta al lateral del Gol ‘Mar’ és caçada pel defensa Moyano i acaba al fons de la xarxa. 1-2. Silenci artificial, celebració visitant a la gespa i xiulada contra l’àrbitre. Finalment, resignació col·lectiva. La celebració del gol de L’Hospitalet bullia –sorpresos segurament perquè és un premi excessiu en camp contrari— en contraposició a la mirada gèlida del soci del Nàstic. La realitat depèn dels ulls de qui la mira. I en aquells ulls, una pel·lícula del passat tornava a començar. Aquest any, tampoc.

El segon gol va accelerar el pols grana. Virgili entrava per un defensa, Mairata, i els atacs, ara sí, eren més plens d’impotència i ansietat, de cor i de ganes, que de mecanismes i convenciment. El cronòmetre demandava futbol directe, però no era el dia d’uns davanters que van tenir prou situacions de gol per decidir el partit abans de l’empat, i abans d’anar per darrere en el marcador. L’expulsió en el temps afegit del defensa Xisco Campos, per un cop de colze a un rival, va acabar per esgotar un temps entre xiulets i incredulitat. Primera derrota a l’Estadi d’un Nàstic que ja començava a somiar ara que té arguments a la gespa. Ara cal que el mirall sigui fidel a la realitat, un fet que no és mai un hàbit en el futbol.

Fotografia: La leyenda del 10

Luis Alberto Moral Pérez

jueves, 17 de enero de 2013

Corazón de pachanga


El pasado 21 de diciembre de 2012 se celebró en la pista del barrio Colomí de Vila-seca la segunda edición de la ‘Liga del pueblo’ organizada por el Espai jove, lugar de encuentro de jóvenes y adolescentes dentro de la red juvenil de ocio y entretenimiento del Ayuntamiento. La leyenda del 10 se acercó a la última jornada de competición para examinar el alma deportiva de unos aficionados que, en esta ocasión, se vistieron de corto.

Siete de la tarde. Noche cerrada en Vila-seca y las calles, víctimas de la penumbra pegajosa de un inverno que asoma su disfraz navideño, se estiran solitarias entre la neblina. Letanía de villancico castizo en las calles comerciales de la localidad y al lado del mercado municipal, sombrío como de costumbre, una pequeña pista de fútbol sala acoge a una cincuentena de espectadores pertrechados en sus abrigos. En la pista vibra una luz potente, nueva. Es el calor del espectáculo, la lumbre del fútbol de barrio, la cercanía de la pelota.

Entre varios gritos, ánimos y quejas, el balón ya rueda. Y sí, el ambiente, de gala: focos, redes y público. La pista, contigua a la estación, está acostumbrada a citas más informales, a niños correteando y a padres futboleros que, a la luz del domingo, ayudan a dar los primeros pelotazos a sus pequeños antes de aprender siquiera a caminar. O a triangulares improvisados cualquier tarde, todos contra todos. Es la tradición del fútbol, la transmisión padre a hijo, el anhelo de llegar a ser una leyenda. Es esta una cuna de sueños frustrados, de primeras ilusiones, de goles olvidados, que hoy invita a sus hijos más crecidos a participar del baile. Todo el mundo está invitado. Porque el fútbol en esta liga se entiende de otra manera, habla otro idioma. Uno mucho más familiar y amable.

Sus protagonistas no están guiados por la disciplina de los exigentes entrenamientos semanales, ni por la ambición mal entendida o la maza autoritaria de un entrenador. Suelen ser grupos de amigos, heterogéneos, con algún que otro jugador en activo, del Vila-seca o de similar categoría, entre muchos amateurs y jóvenes deportistas. El premio tampoco suele ser el cebo. Cuentan que en la primera liga el primer y el segundo clasificado compartieron mesa junto a la organización en una cena pagada que sirvió de recompensa a ambos.

Hay bromas, gritos, carcajadas y uniformes desiguales en los mismos equipos, aunque algún equipo ha conseguido un patrocinador que le facilita ropa oficial. La competición fluctúa en número de participantes y formato: en la primera edición fue una liga regular de dos vueltas de casi todo un curso, aunque en esta ocasión el poco tiempo ha obligado a implantar otro tipo de sistema: una liguilla más un seguido eliminatorias a un partido, desde los cuartos de final. Además, la procedencia de los jugadores no es exclusiva del pueblo, está permitida la participación de equipos de los pueblos más cercanos, gracias a un acuerdo de colaboración entre las diferentes concejalías de juventud y deporte.



Ya en el partido, entre el jolgorio, los organizadores pelean por imponer la ley dentro de la selva. Son los trabajadores del Espai jove, gestionado por la fundación En xarxa, subcontratados por el Ayuntamiento para vertebrar las actividades de ocio en el pueblo. Cuentan con un local céntrico, que estos últimos viernes han cerrado para salir a jugar. Un árbitro y una ‘mesa’. Son Sergio Vicente y Núria Barragán.

Como son pocos efectivos, han comprimido la liguilla en unos pocos viernes con el objetivo mantener abierta la sede el día los máximos viernes posibles, a petición del consistorio. El tiempo reduce la cantidad de partidos, pero los hace más valiosos por su escasez, y la brevedad de la competición también acerca más el premio, que se duplicaría o triplicaría si estas ediciones se dieran más a menudo dentro de un mismo año.

La participación activa de todos los jugadores es el motor de la Liga. No hay nada decidido de antemano, y todo se vota o se decide mediante acuerdos entre los equipos. Así se determinó, por ejemplo, que para el tercer y cuarto puesto se resolviera a penaltis; o también el calendario, ordenado según la disponibilidad de los miembros de los equipos. Los mismos organizadores son los responsables de acercar el poder decisión a todos de manera democrática, cediendo protagonismo, con el propósito de fomentar la iniciativa, la solidaridad, la superación, el compañerismo y la integración entre todos los jóvenes.

Por eso no solo cumplen una tarea lúdica como responsables, sino que se proponen estimular esos mismos valores formativos inherentes al deporte. Así se vio en la entrega de premios, oficiada por el concejal de juventud: no solo hubo premios para todos, en especial para los finalistas –de nuevo invitados a una cena de cohesión grupal— sino que todos aquellos que participaron de alguna manera en el desarrollo de la liga, como colaboradores en la organización, fueron recompensados con un diploma. Al margen del título, el reconocimiento delante de todos los compañeros, y de alguna autoridad local, es el mejor aliento para inculcar principios como la cooperación, la participación y el compañerismo.

Y así se dio también, cuando en la primera semifinal entre el Atlético Vila-seca y Arnica Sports, un error arbitral en la no señalización de una cesión, paró a todo el equipo colchonero, petrificado, hecho que provocó el gol de las centellas nada bisoñas de Arnica. La decisión marcó el partido y cabreó a varios jugadores, en especial a aquellos de sangre más caliente. A partir de entonces, cada decisión del árbitro fue discutida y, ante cualquier duda, el instinto primario del grito y el reproche encendió el ambiente. Las buenas intenciones de todos de ‘pasar el rato’ se perdieron, por un momento, entre el subidón de pulsaciones y la tensión de los partidos importantes.

Como nos contó David Oliver Torrente, jugador del equipo Conos de Carretera: “Los que llegan a la final tienen un nivel bastante bueno, hay alguno que ha jugado en el Salou de fútbol sala, en divisiones buenas, y por eso el nivel es bastante alto al final. Al principio, se apunta todo el mundo para disfrutar un rato, porque nos apuntamos todos para pasarlo bien, pero al final se puede competir ‘agradablemente’.” O, como explicaba José Antonio Losada, finalista del Atlético Vila-seca, al final del partido: “Es normal, entre colegas y, sobre todo, amigos del barrio, siempre hay la típica rivalidad de siempre. Pero no va a más nunca. Al final, todos venimos aquí a disfrutar del fútbol sala y pasarlo bien un rato, tipo pachanga. Rivalidad cero. Pero si juegas con alguien que conoces, siempre está el extra que le da al partido, nada más.”



Puede que sea cuestión del nivel competitivo, una vez la desigualdad entre los equipos disminuye en el tramo final, ya que, aunque todos son mayores de 16 años, sí se notan las diferencias entre los adolescentes de 16 y los adultos que rondan los 20. Seguramente, esta mezcla de categorías descafeína la competición en las primeras fases. De esta manera lo exponía David: “Más que nada, hay mucha diferencia de edad. Pero a veces no te puedes fiar, esta gente son los que corren más. A nosotros igual nos pilla de fiesta; y ellos vienen con ilusión, nunca la pierden. Han llegado a las semifinales y les han plantado cara a nuestro rival en la final, solo han perdido por un gol. Con un poco de controversia con el arbitraje, pero al final ha quedado así”, refiriéndose al tercer clasificado, de los más jóvenes, Arnica Sport.

Como apuntaba Oliver, la polémica tras el malentendido arbitral estuvo a punto de estallar en la segunda parte del partido, cuando los constantes reproches y faltas de respeto de algún jugador cansaron al árbitro. La otra organizadora, Núria, paró el partido e irrumpió en la pista. Y de un modo pedagógico, dio una charla en medio del corro de los dos equipos, que acabó con una breve disculpa entre el jugador de Arnica y el trencilla. La intervención de los educadores como mediadores del conflicto frenó en seco la tensión y resultó fundamental para devolverle el aire festivo al resto de partidos, precisamente los más decisivos y cargados de tensión.

La final volvió a repetir los protagonistas de la primera edición, Atlético de Vila-seca y los Conos de Carretera, los dos equipos con una media de edad más alta. El encuentro ofreció un espectáculo deportivo muy ágil, debido a unas defensas más relajadas a medida que el partido iba avanzando, repleto de transiciones rápidas, de ida y vuelta, entre cada ataque. Fue el equipo rojiblanco el encargado de adelantarse, por medio de un gol en propia puerta de Jonathan López, que marcó para su equipo después, una vez el partido estaba completamente roto. En una sangría en los últimos minutos, el campeón aprovechó el mal estado físico del rival, deshinchado en el último tramo. Al final, un bello tanto de espuela marcado por José Ramón Chillón sentenció el encuentro.

Este último, junto al citado Jonathan, o los también presentes Raúl Estébanez o Fran Lozano, son los representantes de la última camada de jugadores jóvenes que alternan participaciones en el filial del Vila-seca C.F con el primer equipo. Su presencia aumenta el nivel de sus respectivos equipos, casi inalcanzable en este punto para los participantes de menos edad, obligados al reto imposible o a la épica del esfuerzo colectivo. Cabe destacar que el grupo más nutrido de participantes está formado por aficionados retirados de la práctica federada, como se nota en los diferentes estados de forma de todos ellos, y que algunos lucen en efímeras carreras y en el oficio que dan los años sobre el campo.

Por otro lado, esta edición solo ha podido contar con diez equipos, muchos de ellos formados por los jóvenes que acuden habitualmente al centro de reunión del Ayuntamiento. Aunque un deporte estrella como el fútbol reúne a más adolescentes, que no suele responder a las demás actividades promovidas por este espacio público, sí que la respuesta popular no es representativa en un pueblo del tamaño de Vila-seca. Se echan de menos, para el espectador y para la variedad de la competición, más equipos, más partidos y entre rivales más parejos, quizá divididos justamente en dos categorías, a causa de las importantes diferencias físicas en una franja de cuatro o cinco años.

Sin embargo, pocos pero bien avenidos, los participantes están muy implicados en la actividad, como consecuencia del funcionamiento activamente cooperativo de la liga. En palabras de José Antonio Losada: “Hay que participar un poco en todo lo que hace el pueblo, y más siendo deporte. La primera [liga] tuvo mucha aceptación, incluía equipos de La Canonja, este año han venido equipos también de Cambrils. Crean un vínculo entre los diferentes puntos de información juvenil de Tarragona, y yo creo que es favorable para el deporte y para los críos.”

Además, todos ellos valoran muy positivamente el impulso de actividades deportivas para todos los jóvenes. Vladimir Kushnir, con tan solo 16 años, nos lo cuenta: “Falta más gente para organizar. Solo está Núria, y creo que con más gente se podría organizar mucho mejor. Este pueblo está súper aburrido, no hay nada que hacer, y poner una actividad como esta, todos los viernes disfrutamos y viene mucha gente a vernos.”

La insatisfacción del joven de origen ruso evidencia las ganas de iniciativas deportivas bien llevadas de la juventud,  tanto, que se puede entrever en esa sincera demanda de recursos, la implicación en el proyecto y el interés de que esta iniciativa siga desarrollándose cada temporada. 




Luis Alberto Moral Pérez