«Ganar un Mundial en estas condiciones sería un milagro»
Entrevista con Helena Casas Roigé, ciclista profesional vilasecana. 24 años. Estudiante de Psicología por la UOC. Especialista en pruebas de velocidad, reside en Palma de Mallorca, desde donde se prepara para conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, tras quedarse a las puertas de la cita de Londres. Ahora, superado el Mundial de Minsk del pasado febrero, publicamos una charla que mantuvimos con ella el 31 de diciembre del 2012. En aquel momento, la obsesión de unos mundiales inminentes dominaron la conversación, pero la charla dio para más. Novena en la prueba individual de keirin y séptima en velocidad por equipos en la capital bielorrusa. Nuevo récord de España y mejor puesto en la historia de España en un Mundial en esta prueba. Ya superada, —y de qué manera— la cita, hablamos de ciclismo en pista y del estado del deporte en el concierto internacional.
¿Por qué Palma de Mallorca?
Estaba en Barcelona en el CAR, el centro de
Mallorca lo abrieron específicamente para ciclismo en pista, como idea de Joan
Llaneras. Contaron conmigo y llevaré allí unos tres años. El centro se hizo en
Palma con motivo del mundial del año 2007.
¿Sois muchos de ciclismo en pista en el centro?
Ahora mismo tres chicas y tres chicos de velocidad
en pista. Luego están los fondistas, el problema es que el contrato del centro
es hasta diciembre, y ya veremos si hay continuidad. Hay recortes y todo, y el
CSD (Consejo Superior de Deportes) es el que pasa el dinero. A lo mejor, como
está Río dentro de cuatro años, reducen el presupuesto para estos dos, y luego
de cara a las Olimpiadas lo vuelven a aumentar.
¿Y cómo os afectan esos recortes?
Dentro de Palma, desde verano, no hay fisios ni médicos ni nada. Ahora mismo
el centro no tiene las cualidades para serlo. Hemos logrado la medalla sin
ayudas. Por ejemplo, el fisio me he
tenido que buscarlo yo en Palma, pagándomelo yo, igual que la nutrición. Estoy
en el centro porque tienen la pista, pero todo
lo demás, incluido el entrenador, es a título propio.
¿Y qué pasará este año?
Si se termina el centro, cada uno irá a su
respectivo lugar a entrenar. Yo hasta el mundial seguro que me quedo en Palma
porque es el único velódromo que hay en España de madera y cubierto. Es por eso
que me he trasladado allí. En el CAR, en cambio, estaba a unos 20 km. de la
pista y era descubierta: en invierno dependes del tiempo, y si llueve tienes
que cambiar entrenamientos, y lo pasas mal. En cambio en Palma los tiempos son más
parecidos a la competición, luego la adaptación no es tan grande. Lo ideal era
que fuera cubierto, pero si no lo han cubierto con la medalla de José Antonio
Escudero, ahora con la crisis no creo que se haga. Si en Cataluña hubiera uno de madera y cubierto, me quedaría aquí.
¿Y por qué no la han cubierto todavía?
Siempre decían que iban a hacer uno, pero los años
pasan y la pista sigue sin tener techo. Por eso tiene mérito estar a buen nivel
internacional, comparado con las chicas de fuera, ellas tienen más ayudas. En
el CAR, por ejemplo, no había una rutina, no era profesional. También eso tiene
que venir de arriba, del dinero básicamente, para que hayan entrenadores y
atención personalizada.
Dice que tiene mérito competir con las chicas de
otros países. ¿Por qué?
En Francia, Inglaterra o Australia el ciclismo en
pista es mucho más profesional. Aquí no es casi conocido, hay más cultura de
ciclismo en ruta. También está un poco manchado todo por el doping todo. En España parece que solo
existe el fútbol y ya está. Por ejemplo en Gran Bretaña venden las entradas en
dos días. Hay mucho público, se llenan las pistas. Fuera de España hay mucha
afición. Aquí viene la familia (risas).
Sí…
Francia, Inglaterra y otros países tienen un
cuerpo técnico que se dedica a grabar las carreras en competición y luego nos
analizan: qué táctica, desarrollo, pierna con la que arrancas… saben la manera
que tienen de correr. En España, no: corres y vuelves a casa. Los vídeos son
los que hayan colgados en Youtube. Un
año los grabamos pero no analizábamos los vídeos. Falta eso: intentar ser cómo
el enemigo. Si tuviéramos más medios… es culpa del interés que hay por la pista
a nivel general, de la federación de ciclismo que está más decantada por el
ciclismo en carretera y el ciclismo en pista está un poco más olvidado.
Entiendo que es casi un milagro competir en esas
condiciones…
Fuera también los centros tienen personas que
hacen pruebas de biomecánica y también van a túneles del viento; eso es muy
caro y aquí es imposible. Nosotros vamos por intuición a ver qué sale.
Volviendo a los recursos patrios, ¿tan precario es,
ahora, un Centro de Alto Rendimiento?
En el CAR hay trabajadores, pero atienden a todos
los deportes, y depende de cada federación que haya entrenadores. Nosotras nos
teníamos que buscar un poco la vida. Yo empecé con Escudero a entrenar, otro corredor en ese momento, y la situación
de él era igual: empezó a leer y se entrenaba a sí mismo; ganó medallas pero
gracias a él.
¿José Antonio Escudero, medallista y actual
seleccionador de ciclismo en pista?
Sí, es mi entrenador ahora. Estuve en Mallorca con
un entrenador alemán y no terminaba de mejorar. Con el cambio de entrenador, la
verdad es que muy bien.
¿Por qué cambió?
No tenía un método. Proponías cosas que se podían
cambiar y no se cambiaban. Fue por decisión mía de cambiar, y está saliendo
bien De haber empezado con Escudero antes, podíamos haber estado en Londres,
por ejemplo.
¿Y si tiene que pagarlo usted, de qué vive?
Ahora es como si hubiera estado dos años sin
cobrar, pero he vivido de lo que he ido ahorrando, como estaba en el CAR no lo
gastaba. Si la situación sigue así, los ahorros se acaban, por eso el Mundial
es mi punto de inflexión. Muchas veces te lo tienes que montar tú para ganar
algo, y aún así el beneficio tampoco… para mí la clave es el Mundial para poder vivir del ciclismo. Ahora sí, de becas
anteriores.
¿Solo le cubren el alojamiento?
Sí, en Barcelona dormir, comida, gimnasio,
médicos, nutricionistas: no pagábamos nada. La comida va por nuestra cuenta y
los vuelos son algo más baratos.
Supongo que la Generalitat ha tenido que recortar,
con el techo de déficit y la que está cayendo.
Aquí hay
más deportistas, hay buen nivel general y hay que repartir. Pero en las demás comunidades, por medallas en
campeonatos de España ya les dan beca; en Catalunya, no: tienes que haber
participado en campeonatos de Catalunya, España, Europa y en el Mundial. Y si
tienes Beca ADO, ya no te dan beca en Catalunya. Hay más para repartir, pero hay
menos pasta para repartir entre todo el mundo. En otras comunidades dan más
dinero. Está un poco desproporcionado.
¿No cuidan a los deportistas profesionales?
No quiero hacer ninguna crítica, pero las becas de
aquí están mal, son escasas. Por eso, ganar
un mundial en estas condiciones que hay sería un milagro.
Pasemos al ciclismo. Háblenos un poco de las
modalidades del ciclismo en pista en las que participa.
En la velocidad
individual: son 200 metros, salimos todas las corredoras, y según nuestro
tiempo se hacen cortes; las primeras
pasan. Hay enfrentamientos entre las 16 hasta llegar a la final. Sales, das
tres vueltas, y cada una allí juega su baza: es mucho de vigilar. La que va
delante controla a la detrás, y es todo el rato ir con el cuello girado, el
sistema de vigilancia. Juegas mucho con el peralte: si subes te embalas más.
Por otro lado, el keirin va por sorteo en la salida. Salimos en línea y vamos detrás
de la moto unas cinco vueltas; la moto se aparta y también es muy táctico. De
las 7 que hay, la que va mejor de largo intenta ir delante, o ir a rueda. Es
muy táctica esa prueba. El scratch,
en cambio, es una carrera normal: sales y la que llega primero gana.
¿Cuál prefiere?
La que se me da mejor, tácticamente, es el keirin. La velocidad en 200 también
estoy mejorando el tiempo, ya me gusta más, pero se me da mejor el keirin.
¿Cuándo se decantó por el ciclismo en pista en lugar
de la carretera?
Hasta juvenil hacía carretera, y en juvenil de
segundo empecé a entrenar más en pista. Siempre he hecho un poco, pero en
juvenil ya puedes competir en campeonatos europeos y en el Mundial, así que
empecé a practicar más. Ahí ya se notaba más la diferencia porque los países de
fuera se encargar de formar una base en la pista, aquí entrenas en carretera y
luego haces pista. Y no tenía nada que ver. Es la mentalidad de aquí, de
España.
¿Qué falta en la ‘pista’ en España?
Un seguimiento, que es lo que tenía que haber
habido siempre, una base que fuera creciendo hasta competir internacionalmente.
Gracias a las medallas de Llaneras el centro está. Cuanta más gente haya, más
nivel habrá en general. Lo único que falta es una estructura para que crezcan
las nuevas generaciones. El Catalunya Team está haciendo un buen trabajo en ese
sentido, porque tampoco reciben nada y ayudan a formar a corredores. La
Generalitat recorta mucho, este año creo que no ha dado nada, y estamos con la
Diputació más algunos patrocinadores de cuadros, neumáticos. Sobreviviendo.
¿Qué exigencias requiere el ciclismo en pista?
Para ser velocista, físicamente más corpulentos y
la masa muscular es más abultada. El fondo es más fácil, porque se puede
trabajar. La velocidad depende más de la fibra muscular, que sea más rápida.
¿Cuándo se dio cuenta de que valía?
Hubo un campeonato, el primero al que fui. Yo era
infantil de primero, y el campeonato era para infantiles de segundo año. Me
invitaron porque era en Tortosa. Competía con gente más mayor pero yo veía que
las ganaba. Ahí pensé que no se me daba mal. Luego, la competición te sitúa. Al
poco que empecé a entrenar, veía que estaba muy separada de las demás, y eso ha
podido ser negativo para mí: por no haber habido tanta gente con mi nivel, ha
hecho que me confiara en alguna temporada, y es bueno que haya competición e
igualdad. Y si quieres ir fuera, eso no es bueno porque te exige menos y creces
menos.
¿Quiere decir que no le costaba ganar, por ejemplo,
un campeonato de España? Tiene 30 títulos entre 2003 y 2012. Y también el de
velocidad en 200.
Ganar un campeonato de España era fácil, sí. Ahora
mismo también lo veo en otras chicas, que estamos a nivel internacional en
España. Somos tres chicas en velocidad: Tania Calvo, que tiene cuatro años
menos, Leire Olaberria y yo. Si hubiera más ayuda, se podría crear una escuela
y no habría un desnivel tan alto, sino un peldaño intermedio entre nuestro
nivel y las demás.
¿Qué significa tener un récord de España?
Sirve algo para la historia, y como satisfacción
personal, pero tampoco es algo que esté reconocido económicamente. Dentro del
mundillo no es importante, es como un dato más. Más que nada, significó una buena
marca, una mejora en mi rendimiento, y por eso estuve contenta, porque podía
hacer ese tiempo. Pasó en Cali, donde me coloqué quinta con ese tiempo, y en
los enfrentamientos posteriores avancé una posición.
¿Cuál es la psicología que exige la modalidad?
El ciclismo en pista hay algunas pruebas que son
salida y parada. Hay una cuenta atrás, y entrenamos mucho la sincronización con
el reloj. La concentración es importante en todas las pruebas. En el keirin, la
psicología no te permite dudar, porque es muy: si se te pasa por la cabeza ir
hacia adelante, esa es la idea. Cuando dudas, has perdido porque otra reacciona
antes que tú. También requiere de mucho control en el contacto que hay en carrera,
que no te desconcentre, y sobre todo en la respiración. No salir nerviosa, por
eso trabajamos bastante la relajación, antes de competir hay que salir tranquilas de corazón. Hay que mantener
la energía.
Dígame que se le da bien en el aspecto mental.
Con la presión ahora te digo que sí que me gusta,
pero se pasa mal. Estás todo el día pensando en lo mismo, pero me concentro
bastante en competición. En competición no me vengo abajo, al contrario.
¿Te costó mucho adaptarte a la especialidad?
Al principio sí, y el velódromo impone bastante
cuando empiezas a rodar. Tienes que acostumbrarte a no dejar de pedalear, no se
te puede ir la cabeza, sino puedes salir volando de la bicicleta. Y luego subir
hasta arriba en el peralte. Es ir a tope, a saco, en la velocidad. El keirin
requiere igual pensar un poco más, pero también es muy instintivo y muy animal.
¿En qué te influye ser deportista profesional en tu
vida diaria?
Me influye en cuidar más la dieta y no salir
mucho. Cuando estoy en Mallorca no salgo nunca. Aquí algo más. No puedo beber
alcohol ni fumar. Tampoco caminar mucho para no cansarnos. Las ciclistas
caminamos poco (risas). En serio, hay que hacer pocos esfuerzos fuera del
entrenamiento porque si no al día siguiente no estás completamente bien para el
entrenamiento.
Tema obligado: el dopaje. Ya me ha dicho que lo está
esperando, ¿qué quiere decir?
Encuentro bien que haya un control para que no se
consuman sustancias prohibidas, pero el ciclismo en general está muy mal visto
por este tema, y todo no es todo doping. Hay otros deportes que están menos
controlados en este sentido, y puede haber igual o más. Y no, no quiero decir
ninguno en concreto.
Es la imagen que está dando.
Sí, pero es lo único que sale, no dan a conocer
otras cosas. La gente quiere ver unas cosas como el Tour, pero es inhumano. Por
un lado quieren ver un espectáculo, pero para poder hacerlo tienen que ir muy
al límite.
¿Usted se ha enfrentado a algún control?
Hay el mismo tipo de controles que en ciclismo en
pista: por sorteo, en el campeonato de España no falla, etcétera. Si haces
medalla en Olimpiadas, también. Nos hacen rellenar fichas para tenernos
localizados por si en un momento dado nos quieren hacer un control. Por ahora
no se me han presentado, pero pueden ir a las seis de la mañana a casa, y eso
sí que me parece un poco excesivo. Hay deportes que no tienen el mismo trato, y
en el ciclismo hay muchas más cosas y en la prensa parece que solo exista el
doping.
¿Cuál es su próximo reto?
Ir mejorando y consolidándome en la élite y el
objetivo a largo plazo es estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Está
clarísimo, después de no haber estado en Londres, porque me quedó una espinita
clavada, y ahora tengo súper claro que tengo que aprender y mejorar.
¿Qué crees que puede alcanzar?
Eso nunca se sabe, porque a lo mejor piensas que
una marca es tu techo, y luego al poco la superas. Cuando vi mi marca en Cali
no me la creía, y lo he superado. Yo tengo bastante confianza en mí misma, así
que no te sabría decir. Creo que puedo ganar un Mundial y hacer medalla en los
Juegos Olímpicos, no hace falta ganar tampoco. Por ejemplo, la prueba del
keirin es muy abierta, y como depende de muchos factores, es probable que me
pueda colar. No es algo imposible tampoco. Así que no se descarta estar en
medalla en mundiales y en las olimpiadas, pienso que podría ser posible.
Se acaba la charla. Le pido un autógrafo. Ríe, piensa que es broma, y me acaba firmando con dedicatoria, una dedicatoria secreta, entre risas y rubores. Quiero ser de aquellos, pocos, que guardan un autógrafo de una futura medallista olímpica. Suerte.
Luis Alberto Moral Pérez (@luisalberto_m)
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Fotografía del pódium de la medalla conseguida en Glasgow en noviembre de 2012. |